Elegimos llamar a este relato La revolución de las pititas, no porque creamos que quienes bloquearon los primeros días hayan sido victoriosos frente a quienes luego se manifestaron en defensa del proceso que acababa de ser derrocado, sino porque este tipo de acontecimientos pasan a la posteridad con un nombre, y creemos, que este será el denominativo del reciente evento. Es, además, un nombre salido de la boca del propio Evo Morales y adoptado como bandera de lucha por miles de manifestantes en las calles. Añadimos a ese titular palabras que nos parecen también determinantes: fraude, colapso y transición, porque reflejan el devenir de una historia que aún se escribe. Esperamos con esto ayudar a recuperar y no olvidar lo que vivió el país. Las tragedias son intensas, dejan lecciones y son, por tanto, imperecederas. Ojalá que esto suceda con nuestra sociedad, que necesita aprender para curar sus heridas.